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miércoles, 24 de abril de 2013

Reportaje al pie del patíbulo

Narración de mi autoría basada en el libro de Julius Fucick "Reportaje al pie del Patíbulo"



“Está en la celda 267”, dijo el guardia SS que estaba de turno en la prisión de Pánkrac. Abrió la puerta y cuidadosamente revisaba mis pertenencias. No llevaba mucho, sólo una libreta de mano y un esfero. El guardia me las devolvió y dijo que le siguiera. Caminamos por un pasillo oscuro y frío, apenas se podía ver el fondo del corredor.
Periodista Julius Fucick

Subimos varias escaleras. Estaban húmedas y con un olor fétido. Pensé que ya estábamos cerca de las celdas, pues la cantidad de guardias SS aumentaban con cada escalón que dábamos. Después del largo recorrido, ingresamos por otro pasillo que tenía una puerta grande de metal verde. El guardia con dificultad abrió la gigantesca estructura metálica. 

Era como entrar en el más profundo abismo del infierno. Aquí se vivía una pesadilla convertida en realidad. Los prisioneros casi moribundos en sus celdas, me miraban con ojos de esperanza, con ojos de agonía, con ojos de dolor. Desvié mi mirada, pues mi único objetivo era llegar a Julius Fucick.

Planeamos esto por años y el momento finalmente a llegado. La última vez que lo vi fue la mañana del 14 de marzo de 1941. Ese día la Gestapo arrestó a mi Julius. Yo, como activista del partido, y hermana del gran periodista, tuve que actuar como si nunca lo hubiera conocido. Sabíamos que este momento llegaría, por eso tuve que seguir precisas instrucciones durante dos largos años.

Finalmente llegamos a la celda. “Fucick, una periodista te busca. Tienen media hora”, dijo el guardia SS con tono de mando. Lo vi y mi alma se desplomó. Estaba flaco y ojeroso, con varias deformidades en el cuerpo, tal vez por muchos golpes. Su cabello negro le daba un poco de color a su piel, pues yacía paliducho postrado en su cama.

El guardia SS cerró la puerta de la celda y se alejó caminando. Julius y yo nos miramos por varios segundos sin saber qué decir. Me acerqué a él y lo besé en la mejilla. Una lágrima bajaba por su rostro lentamente, me dijo “pensé que no vendrías nunca. Veo que has seguido correctamente mis instrucciones”.

Asentí con la cabeza y me senté a su lado. Molesto y con tono irónico me dijo “¿Eres estúpida? Deben creer que eres una periodista nazi. ¡No me toques! ¡No me mires! ¡No te sientes a mi lado! Y si puedes trátame con desprecio, los nazis son especialistas en eso”

De inmediato tomé una silla vieja que estaba en la celda y me senté lo más lejos posible de Julius. Me dejé llevar por el cariño y la compasión. Mis sentimientos nublaron mi vista  y por unos segundos había olvidado el plan del porqué estaba yo aquí. “Soy una periodista nazi, Julius Fucick no es mi hermano”. Esa frase la repetía en mi mente una y otra vez.

Saqué mi libreta y mi bolígrafo. Anoté la fecha, 25 de Agosto de 1943. Lancé mi primera pregunta: “Julius, ¿cómo fue que te atraparon después de haber estado tanto tiempo en cubierto?" Él me respondió: “verdaderamente eso no importa. Lo que importa es que mi trabajo como partidario aun se ve reflejado por mis sucesores. Aunque esté encerrado en esta celda, mis ideales aun se defienden por toda Checoslovaquia. A pesar de las torturas que recibí, nunca claudiqué. De mi boca nunca salieron esas palabras tan anheladas por los soldados nazis. Jamás inculpé a nadie. Pero las torturas eran dolorosas e insoportables, aun así, la traición me duele más. El cuerpo sana, la confianza jamás. Al final, las heridas cicatrizan, pero la herida de una traición te desgarra el alma, y un alma dañada nunca se cura”.

Le dije: ¿Traición? ¿A qué te refieres con traición? Julius bajó la mirada y se quedó callado. Necesitaba fuerzas para recordar. Después de un largo tiempo en silencio finalmente dijo: “¿Aun no lo sabes? ¡Ese gusano desalmado nos traicionó a todos! Una mañana me subieron al interrogatorio diario del cuarto 400. Entonces ahí me pude dar cuenta de la verdadera gravedad de las cosas. Todos los del partido estábamos allí, hasta el doctor. Ese día pensé que nos ejecutarían. Los guardias SS me preguntaron si conocía a alguno de estos personajes. Muy crudamente dije que nunca en mi vida los había visto. Lo mismo dijeron ellos de mi.

Julius se detuvo. Se podía ver que sus ojos ardían de furia. Sus manos inquietas y venosas recorrían por su rostro una y otra vez. Prosiguió: “Cuando vi a nuestro colega Maverick del lado de los Guardias SS mi corazón rugió de ira. Él nos delató. Delató a todos los del parito, ¿a cambio de qué? A cambio de menos golpes. Por haberle dado toda mi confianza, por eso estoy aquí, padeciendo y muriendo lentamente.

Atónita y con el corazón desgarrado le pregunté si es que Maverick aun segía vivo, Julius me dijo que no sabía: “La última vez lo que vi fue ese día en el cuarto 400. Algunos dicen que sigue vivo, pero en las celdas se recorre el rumor de que lo condenaron en Berlín y murió en los campos de concentración. Pero la verdad no me importa.

De repente su voz se quebrantó y baj´ una lágrima acariciando su huesudo rostro: “La única persona que verdaderamente me ha importado es mi Gustina. Se que sigue viva por alguno de estos rincones de la prisión. Le canto todos los días ¿sabes? Lo hago con alguna esperanza de que me escuche. Algún tiempo atrás nos encerraron juntos en el cuarto 400. Obviamente negamos que nos conocíamos. Le di una pequeña sonrisa de amor, o al menos eso intenté. Ella con su mirada me devolvió la esperanza. Esa fue la última vez que vi a mi Gustina. Ojalá salga viva de este infierno, porque esa mujer se merece vivir.”

De repente nuestra conversación fue interrumpida. En la celda entró un hombre casi calvo, con algunas canas en la barba. Cojeaba con el pie izquierdo y tenía unas enorme ojeras debajo de sus ojos. Nos miramos y Julius Interrumpe: “!Padre! Ella es la periodista de la que alguna vez te hablé.” Le miré con ojos de agradecimiento, o tal vez de compasión. Él me devolvió la mirada. Inmediatamente Julius dijo “señorita él es El Padre. Un personaje emblemático ¿sabe? Cuando la Gestapo me atrapó en el 41, él fue le persona que me curó. Me atendía, me obligaba a comer, curaba mis heridas. No le importaba que mi ropa y mi colchón olieran a carne podrida, igual lo hacía. Gracias a él me mantengo en pie.”

De repente El Padre interrumpe la conversación y dice: “nos gusta jugar a los dados, casi siempre apostamos la asquerosa comida que nos dan aquí. Pero en fin, es doble porción. Yo he estado aquí encerrado un año más que Julius. Conozco a todos señorita, se cosas que nadie se imagina. He visto salir a miles de esta celda que nunca vuelven, y he visto entrar a miles también. Pero el único que ha permanecido un largo tiempo es Julius. Sabe señorita, él es duro de matar.

La conversación es interrumpida cuando un guardia SS llama al padre. Él se levanta y sale de la celda. No volvió más, al menos hasta que yo terminara mi supuesta entrevista con Julius. Fucick prosiguió hablando: “he conocido a varios personajes emblemáticos en esta cárcel. El cocinero por ejemplo, sabe a quién le hace falta una porción extra de comida. Trata de ayudar a los enfermos y a los recién torturados.

Con un tono de risa Julius continua: “El enfermero nunca se da por vencido. Ayuda a los que puede. Pero si no tiene mucha empatía con los prisioneros, es capaz de darles el antídoto equivocado. También está Kolonsky, es un guardia SS checo. Él se mezcla con los encarcelados. Les hace hacer guardia mientras él duerme cómodamente en las camas de la celdas. Kolonsky nunca trata mal a los prisioneros. ” 

Todo aquí es tan diferente de lo que pensé. Tu vida pende de un hilo. No sabes si mañana vivirás o serás condenado. Es como una obra de teatro. A veces pienso que no tengo vida. Se abre el telón de la muerte y debo actuar para un público desalmado.” Esas últimas palabras de Julius quebrantaron mi alma y mi corazón. Me contenía para no llorar. Un guardia SS nos interrumpe y se dirigió hacia mi: “señorita su tiempo ha terminado debe retirarse.” Inmediatamente dice “!Fucick levántate! Te esperan en el juzgado”.

Ambos nos levantamos y salimos. Yo sabía perfectamente lo que significaba el juzgado. Julius me miró como diciendo adiós. Tomamos rumbos diferentes. No podía dejar que mi tristeza invadiera mi cuerpo hasta salir de esa prisión. Me contuve. Julius Fucick fue condenado el 25 de Agosto de 1943 en el tribunal de Berlín. Murió tres semana después, el 14 de septiembre, en los campos de concentración.  

Adiós hermano. 

martes, 23 de abril de 2013

Facturación electrónica será obligatoria el próximo año

José Silva Arias, Gerente Administrativo del colegio Saint Patrick School, en conversación con esta periodista, comentó que, debido a las particularidades de su institución, esta no cobra IVA sino una base imponible del precio de la matrícula y/o pensiones. Añadió que para hacer las declaraciones pertinentes, la institución debe emitir tres facturas: “la original que va a manos del cliente (en este caso el padre de familia); una segunda copia para respaldo en el SRI; y una tercera  para el archivo del colegio”. 


Este proceso de facturación significa dos días de tipeo, es decir, 16 horas de trabajo. Las facturas se las emite en bloque, a través de un software de contabilidad y hay que registrarlas una por una. Con la facturación electrónica, este largo proceso se reduciría a pocas horas de trabajo y significaría un ahorro estimado de 1000 hojas al mes.

El proyecto de facturación electrónica nace en el 2011 con el tema de la conceptualización, el diseño, el desarrollo y la implementación. En el 2012 se logra consolidar un proyecto piloto para un grupo de contribuyentes que cumplen ciertas características de adaptación y de procesos tecnológicos avanzados. En el 2013 nace la etapa de “voluntariedad”, fase donde el contribuyente puede emitir comprobantes electrónicos voluntariamente.

Según la Gerente del proyecto, Verónica Dávila, “en el 2014 está previsto que se desarrolle la etapa de “obligatoriedad” va dirigida exclusivamente a contribuyentes especiales. Esta etapa empieza en junio del 2014 para que las empresas puedan adaptarse a estos sistemas informáticos. Lo que queremos es simplificar al contribuyente su cumplimiento tributario”.

Actualmente existen dos modalidades para facturar: las facturas pre impresas, es decir, un comprobante donde el contribuyente va a una imprenta y los elabora. Y los auto impresos, que es un sistema computarizado que permite la emisión directa de comprobantes de venta, retención y documentos complementarios. La solicitud es realizada ante la Administración presentando el formulario 311. “El contribuyente a través de la página web del SRI, llena un formulario y tiene que esperar la visita de un técnico para que revise el software de facturación y se apruebe el trámite”, menciono Dávila.

Con la facturación electrónica el proceso cambia de la siguiente manera: el contribuyente debe ingresar a la página web del SRI, ingresa con su RUC y clave, y envía una solicitud por única vez para ser facturador electrónico. En este sentido, el contribuyente puede elegir los comprobantes que quiera emitir, hoy por hoy se trabajan con cuatro facturas: notas de débito, notas de crédito, vías de remisión y comprobantes de retención.

Una vez aprobada la solicitud, el SRI habilita automáticamente dos ambientes: un ambiente de certificación y un ambiente de producción. El ambiente de certificación es un ambiente de prueba, donde el contribuyente puede simular su facturación y hacer pruebas. Este ambiente de certificación no tiene validez tributaria, por lo tanto, no son contados para las declaraciones ni para los anexos del contribuyente.

Cuando el contribuyente se siente apto para emitir comprobantes, entonces puede iniciar con el ambiente de producción. Según información del SRI, los contribuyentes que quieran adherirse al nuevo esquema de emisión de comprobantes electrónicos, deberán presentar su solicitud a través de la página web del SRI, en la aplicación “Comprobantes Electrónicos”, disponible en el sistema de Servicios en Línea.

Previamente, el contribuyente debe adquirir un certificado digital, con su firma actualizada y vigente; pues la Ley de Comercio Electrónico así lo demanda. Hasta el momento las únicas entidades autorizadas para emitir esta certificación son: Banco Central del Ecuador, Subsecretaría Informática, y Sistema para Firma Electrónica de Documentos (PKCS7). El costo adicional para este trámite será la firma electrónica, que tiene un precio único de 30 dólares durante un periodo de dos años.

Procedimiento para facturar electrónicamente:
Una vez realizado los trámites mencionados anteriormente, el contribuyente puede acceder a la aplicación de facturación electrónica. Se deben seguir las siguientes indicaciones:

  1. Ingresar a la página web del SRI (http://www.sri.gob.ec)
  2. Hacer click en “descargas”.
  3. Se debe seleccionar el sistema operativo sobre el cual se va a instalar este software (se dispone de dos instaladores: uno para Linux y Windows y otro para Macintosh).
  4. Una vez que se escoge el sistema operativo aparecerá la siguiente pantalla:(en ella se da la bienvenida y los datos informativos del software)

5. Para continuar con la instalación, dar un click en “siguiente”. Aparecerá otra ventanilla en donde se muestran los requisitos del sistema. (Esta autorización es dada conforme el cumplimiento de las obligaciones del contribuyente , si se cumple con los requisitos necesarios presione el botón “siguiente”)


6. Una vez realizado el punto 6, se abrirá una pantalla en la cual se debe seleccionar el directorio de destino donde se instalará la aplicación. Ej:“C:\Archivos de programa\Comprobantes Electrónicos”


Si no se desea instalar la aplicación en el directorio preestablecido, dar un click en el botón “Escoger”, y seleccionar la ubicación del archivo en donde se quiera instalar la aplicación.


A continuación aparecerá  un cuadro de diálogo indicando que el directorio ya existe y que se confirme la instalación en el directorio ingresado. Dar un click en “Si”.


7. Una vez realizado el punto seis, aparecerá una pantalla con el listado de subprogramas que son obligatorios para la instalación de la aplicación. Escoger el programa que diga “Base” y presionar el botón “siguiente”.

8. Luego de realizar el punto siete, aparecerá una ventana en la cual se muestra el progreso de avance de la instalación. Si se ejecuta correctamente este punto, dar click en el botón “Siguiente.”


 9. Si se ejecutaron correctamente todos los pasos anteriores, aparecerá una pantalla informativa en la que se indica que la instalación del software fue correcta. Dar click en el botón que dice “Hecho.” 


Nota: para más información revisar el manual de usuario “Herramienta de Generación de Comprobantes Electrónicos”











Retratos de un artista


Entre libros y cuadros, se esconde un artista inusual y solitario que lucha contra sus propios demonios. Cada pincelada que acaricia sus cuadros, es un remedio para el corazón y una bienvenida para la soledad.
Xavier Fabara es un artista ecuatoriano que no toma al arte como un oficio, sino como una forma de vivir. El arte le ha dado la capacidad de crear su propio reino de colores, entre pinceles, paletas, oleos y acrílicos.

Dice que nació con esta fascinación desde el vientre de su madre: “los niños en la escuelita siempre se amontonaban encima mío para que les dibuje algo; desde que era niño, el arte se convirtió en una parte de mi vida.“

 Con el transcurso del tiempo, Xavier fue perfeccionando su técnica, pues hace ocho años que pinta en óleo. Su lado artístico es el surrealismo y afirma que cada personaje que está plasmado en su arte, es también una parte de él.

La mejor compañía de Xavier es la soledad. Dice que le da impulso para seguir creando nuevas cosas. La soledad, temeraria de muchos, amiga de pocos, es aquel fantasma generoso que habita en los corazones más hostiles de un artista consagrado. El aislamiento del artista es lo que hace del arte una belleza, y para Xavier todo lo que existe se puede pintar porque está cargado de belleza.

“Con mi pintura trato de curarme a mí mismo, trato de pulir mi interior de aquellos fantasmas que me acechan”.  Esos traumas que agobian a los artistas, son justamente los culpables de la creación de bellas obras de arte, y es bello, porque el arte es impredecible. Xavier explica que el mayor temor de los artistas son ellos mismos: “tenemos miedo de sacar nuestros traumas interiores y enseñarlo a la gente”.

Sin embargo, el arte ha significado para Fabara, una forma de curación y de remedio, pues dice que la experiencia de pintar le da paz espiritual. “El arte es una forma de curarse de muchas cosas”, afirma el artista.

Fabara tendrá una exposición de sus obras artísticas el 30 de abril en la librería y galería “Biblioteck”. Su mirada se llena de júbilo cuando menciona que esto lo tomará como un nuevo reto.

Esta librería da un toque alternativo a las nuevas formas artísticas; encierra poetas, escritores, pintores y bohemios. Todos ellos reunidos en un lugar donde encuentran escapatoria. En un lugar, donde se ven retratados, un lugar que les permite comenzar la vida de nuevo, porque en su arte, se visibiliza un nuevo comienzo de creación y esperanza.