“En
el fondo todo nace del teatro… Nuestro papel es tocar el nervio de la sociedad”
A lo
lejos se podía distinguir su particular caminar
y su increíble altura, sin duda no era de por aquí. Cuando me dijeron
que tenía que entrevistar a Christoph Baumann mi primera reacción fue de
pánico. “Parece un hombre serio y bravo” pensé. Pero sin duda mis prejuicios se
fueron con el viento cuando lo conocí.
Mientras
se acercaba a mi mesa, caminaba por los
grandes pasillos del Quicentro esquivando “personitas”, digo personitas, porque
Chirstoph parece un gigante alado de nosotros, pues mide casi dos metros de
altura.
Con
un café en la mano y un pastel, se sentó en la mesa y muy amablemente se
presentó. Y es que la chispa que lleva este hombre se la puede distinguir a
kilómetros. Entre risas, chistes, y anécdotas entonamos una agradable
conversación. Para ser un hombre que jamás había visto, me tuvo la suficiente
confianza para contarme sobre su vida personal.
Este
actor alemán estudió literatura y filosofía en la Universidad de Berlín, “no
era mal estudiante” me dijo mientras tomaba un sorbo de café. Su carrera le
demandaba mucha lectura y conocimiento, por lo que llegó a acumular mucha
información.
Esto
sin duda, fue la clave para empezar a cuestionarse qué podía hacer con su carrera
y cómo la podía aplicar en el campo de la práctica. Aun lo recuerda como si
fuera ayer, con un tono algo nostálgico prosiguió: “Y fue en ese momento cuando
llegó un libro a mis manos de un director polaco. Me encanto, y empecé a
leerlo. Ahí me di cuenta que quería estudiar teatro. Y me calzó.”
Baumann
siempre quiso una profesión más expresiva y no teórica. Abandonó la universidad
dos años para dedicarse completamente al teatro, pero nunca la terminó. “No
tengo título”, dijo sin reparo alguno. Su acento era algo divertido, un alemán
hablando español con modismos ecuatorianos. Las palabras “full” y “ni cagando”
eran comunes en su vocabulario y al mismo tiempo graciosas.
En Berlín, daba clases de teatro y tenía un taller con 50
actores a su cargo. En Alemania conoció a su esposa Tamara Navas. Y es que su historia de amor tuvo que ver mucho
con el destino. Ella era de Manabí y su padre trabajaba en la embajada de
Alemania.
Sin
saber, ambos estudiaron en el mismo colegio sin conocerse. Doce años después,
en Munich, se conocieron en un taller de teatro. Con un tono de risa recordaba
aquellos tiempos: “me demoré mucho en enamorarla porque no era su tipo, ella
buscaba una especie de latin lover.”
Vivieron
tres años en Berlín y cuando su primer hijo estaba en camino, su esposa le
propuso ir al Ecuador para dar a luz. Bromeando dijo “nunca caí en cuenta que
fue una trampa”, tras soltar varias carcajadas entre los dos, prosiguió con su
hermosa historia de amor.
“Cuando
te enamoras de alguien, siempre quieres estar con esa persona, no importa en
donde”. Palabras que sin duda salieron desde lo más profundo de su corazón y
hasta pusieron a temblar el mío. Acordaron vivir en Ecuador durante dos años,
pero la preocupación de Christoph era el teatro, ¿se puede vivir en ese país
del teatro?
Afortunadamente
para la joven pareja de actores, los dos primeros años les fue excelente, pues los
alemanes residentes en esa época, les cedieron con gusto la Casa Humboldt para
sus prácticas teatrales. “Esto no pasaba nunca en Berlín porque siempre nos
peleábamos por los espacios”. A pesar de ello, en el transcurso de esos dos
años, Rodrigo Borja fue electo como Presidente de la República y recortó todo el
presupuesto destinado hacia la cultura.
Y
sin embargo, Christoph lleva viviendo 29 años en el Ecuador. Producto de ello,
tiene dos hijos. El primero se llama Gabriel Baumann de 28 años de edad. Él es músico,
y tiene una banda llamada Swing Original Monks, banda de la cual es vocalista. Su
segunda hija tiene 22 años y estudia teatro: “vende pan de yuca y de eso vive”,
mencionó Christoph mientras se metía un pedazo de pastel en la boca.
Este
gran actor alemán, con 35 años de trayectoria, recalca lo importante que ha
sido el apoyo de su familia a lo largo de su carrera. “Me apoyan y sufren. Necesitas una familia
muy flexible que entienda que dos semanas antes de que se estrene una obra, vas
a vivir en el teatro y llegar muy tarde a tu casa.”
Y es
que Christoph Baumann fue conocido por el público ecuatoriano por el programa
“Dejémonos de Vainas”, serie que se estrenó en Ecuavisa en el año 90. Interpretaba a Aristóteles Beckenbauer, un entrenador suizo de futbol, que
reparaba refrigeradores. “Los suizos tienen un acento raro cando hablan en
español, así como los cuencanos”, mencionó en un tono burlón.
El
mismo personaje lo realizó durante cuatro años. Como anécdota, cuenta que una
vez una persona llamó a la Casa Humboldt para preguntar si se encontraba el
técnico alemán que reparaba las refris. “Al que le dicen el Beckenbauer”. Con muchas risas recordaba aquella anécdota: “La
secretaria le dijo que era una serie de televisión y que el personaje no
existía. Eso pasa cuando el público te empieza a identificar y confunde la
ficción con la realidad.”
Actualmente,
este actor alemán, se encuentra colaborando con los chicos de Enchufe Tv. “Es
un equipo muy entusiasta y es chévere trabajar con ellos”. A Baumann se lo
conoce por su famosa frase en “La zona del amigo”. Cuenta que inicialmente, en
el guion, estaba “cállate loser”, pero que en el momento de la grabación salió la frase
“cállate poco hombre”.
“La
zona del amigo” es el sketch que más views tiene, se habla de 4.718.52
aproximadamente. También a colaborado en los sketchs de “Chichico en San
Valentín”; “Ecuatorianos en el espacio”; y
“El hombre mandarina”, videos que sin duda matan de humor a cualquier
persona que lo ve.
“La
experiencia con ellos es muy buena, son ágiles son rápidos y muy creativos. Me
encanta mucho la dirección del Jorge Ulloa, tiene un súper talento como director”.
Enchufe
tv está entre los 200 canales mas vistos del mundo, un gran logro donde se ve
plasmado el esfuerzo de jóvenes ecuatorianos que han luchado por un sueño.
Finalmente Christoph menciona “tiene más visitas que Shakira”.
Y en
verdad que el gigante Christoph Baumann es un hombre grande. Grande de corazón
y de talento. Un extranjero que ha logrado triunfar en nuestro país y que nos
ha brindado muchas risas y carcajadas. Lleva consigo una chispa única que deslumbra
a cualquiera que lo ve. Sin duda, un actor que vino a darnos lo mejor de la
comedia y lo mejor del teatro.

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